Mantic Games, un soplo de aire fresco en la industria

Hace unos días Ciudadano nos decía que Games Workshop ya no mola, cosa en la que estoy bastante de acuerdo, sin embargo se quedaba ahí, no nos proponía ninguna solución. A mi parecer en el mercado actual, en el cual parece que cada semana sale una casa nueva de muñecos, una compañía se lleva la palma en esto de molar, Mantic Games.

Mantic Games es una compañía fundada a finales del 2009 por Ronnie Renton. Mr. Renton trabajo para la «gran» Games Workshop poniendo en marcha la filial alemana y fue Global Marketing Director entre 2003 y 2007. No se si entonces vio el monstruo para el que trabaja y hacia donde se dirigían los intereses de los accionistas o si inicio la actual política de relaciones públicas para acabar desbancando a GW con su propia empresa.

El año 2009 Mantic Games inicia su andadura; su objetivo miniaturas baratas, que puedas usar en tus juegos de fantasía, vamos proxies para los que no estén dispuestos a pagar los precios de GW. Pero solo con proxies para Warhammer no se crea un imperio, llego Kings of War, un reglamento escrito por Alessio Cavatore para aprovechar los kekos. Un reglamento sencillo, directo y divertido, y sobre todo muy equilibrado. Como la compañía a la que parece emular, Mantic ha acabado sacando Warpath, un juego futurista que esta en beta abierta actualmente a cargo del señor Cavatore.

Si ya tenían la colaboración de una de las cabezas tras Warhammer y WH 40000 en Alessio; la otra figura con la que contarían habitualmente no es otra que la de Jake Thronton, de la Golden Generation, editor de Withe Dwarf durante un puñado de años, y responsable de la 6a edición de Warhammer Fantasy. El bueno de Jake ha creado para Mantic 5 juegos, todos ellos con un parecido razonable con juegos de Game Workshop aunque bien diferenciados a nivel de reglas, planteamiento y ambientación. Dwarf King Hold fue el primero, una dungeon crawler; le siguió Project Pandora, un Dungeon Crawler en el espacio donde nos presentan a los Veer-Myn, Skaven del espacio.

Los otros tres juegos del señor Thronton van ha esperar, porque con todo este tinglado Ronnie se dio cuenta que tardaría años en llevar sus juegos hasta donde el quería. La mayor parte de los ejércitos de Kings of War estaban incompletos y de Warpath mejor no hablamos porque aun hay muñecos de Forge Fathers o enanos del espacio que son kits de Kings of War con añadidos de metal. Con los tiempos que corren pedir dinero a los bancos para hacer inversiones y acercarse a su visón era muy complicado, Ronnie busco otras alternativas, y entonces llego Kickstarter.

Kickstarter es una plataforma de financiación colectiva, en la que a cambio de una aportación la empresa o persona que pide ayuda te da alguna cosa. Las empresas están usándolo como una preventa donde cobran por adelantado. Eso si el descuento sobre el PVP en tienda suele ser muy jugoso, hablamos de de pagar unos 2€ por miniatura habitualmente.

Más allá de conseguir financiación Kickstarter le ha servido a Mantic para afianzar una base de usuarios, que participan y colaboran a la hora de dar forma a sus juegos. Desde la sección de comentarios del Kickstarter han salido propuestas de muñecos que luego han salido a la venta, ideas de misiones e incluso cambios significativos en las reglas.

El primer beneficiado de esta política fue Kings of War, de una petición inicial de 5,000$ consiguieron 354,997€. Con ello no solo consiguieron dinero para acabar los ejércitos que ya estaban a la venta sino que sacarán 4 ejércitos nuevos, un reglamento en tapa dura (que también se puede descargar sin coste alguna de su página web), todo un éxito que les llevaría a lanzar nuevas campañas como la del Dreadball.

Los siguientes juegos en buscar financiación con nuestra ayuda son dos conceptos que por más que lo intenten negar buscan capitalizar el abandono de los juegos de especialista por parte de Games Worshop, a la vez que aumentan su linea de juegos «acabados», juegos donde la expansión en muñecos finita, y poco a poco seguir creando el trasfondo del universo de Warpath.

El primer concepto que Mantic aprovecho de los difuntos juegos de especialista fue el juego de miniaturas deportivo fantástico. Jake Thronton se pudo a diseñar y parió el Dreadball a partir de unas ideas previas para un juego de hockey sobre hielo. El dreadball es un juego dinámico, rápido de jugar y con multitud de pequeños detalles que hacen de él un juego muy interesante y lo alejan del anquilosado Blood Bowl. Gracias al Kickstarter consiguieron dinero para el juego básico y sus dos primeras expansiones. En el blog de Jack Thronton podemos encontrar FAQ y las betas de las nuevas reglas que se van introduciendo en cada expansión. En este Kickstarter participamos y en breve os contaremos con más detalles como funciona este maravilloso juego.

Si hiciésemos un ranking de juegos de especialista tengo claro cual sería el que seguiría al futbol americano del Viejo Mundo, y no es otro que las luchas entre bandas rivales en las ciudades Colmena de Necromunda. Parece que los chicos de Mantic opinan como yo y después de Loka, un ajedrez fantástico de Alessio Cavatore, decidieron ir a por su primer juego de escaramuzas, Deadzone. En este Kickstarter se consiguió la cifra solicitada en los primeros 22 minutos, sobrepasando el millón doscientosmil dolares en donaciones o preventas. Un juego muy prometedor, 6 facciones, mucha escenografía modular y un ejercito o dos de forma encubierta para Warpath fue el resultado de un mes de donaciones. En este también aportamos nuestro granito de arena, casi 700€, así que en cuanto lo tengamos todo en nuestras manos creo que hay números para que sea nuestro primer unboxing. Como parece que ser la tónica en todos los productos de Mantic las reglas de la beta, con una mecánica de resolución de acciones similar a la del Dreadball, han sido publicadas y todo aquel que ha querido a aportado sus ideas para mejorar el juego; el orden de activación de las unidades o muñecos a cambiado 3 veces por presión de los jugadores hasta conseguir el texto final.

Ahora mismo Mantic esta en medio de un nuevo Kickstarter, Mars Attack the Board Game, una versión del Deadzone con la conocida ambientación.

Este modelo de negocio basado en la financiación colectiva esta muy bien de cara al aficionado que consigue a precios muy bajos un montón de material para jugar. A su vez al comprar el producto antes de que salga al mercado Mantic suele postear las reglas, los greens de los muñecos, etc. y en el caso de que la comunidad quiera un cambio este suele producirse. Los orcos del Deadzone los han echo un par de veces, las reglas de lanzamiento de pelota en el Dreadball se han cambiado 3 veces parando las máquinas de producción del último suplemento o se han introducido muñecos a un juego por petición de las Backers.

Y si es un modelo de negocio que esta muy bien para los fans, yo veo dos posibles problemas. El primero es las tiendas, yo no compraré nada de Dreadball o Deadzone en una tienda porque gracias al Kickstarter ya tengo todo lo que necesito para jugar y supongo que como yo muchos de los que participaron. Si todos aquellos que participan en los KS son gente dispuesta a jugar al juego y comprar cosas para este pero ya lo tiene todo ¿qué sentido tiene que las tiendas lo vendan?

El segundo problema es saber si los juegos una vez acaben con todo lo que se han comprometido a través de los kickstarters van a seguir existiendo o les pasará un poco como a los juegos de especialista que han muerto por la falta de novedades. Y en el caso de que sigan creciendo mediante expansiones,¿serán financiadas a otra vez por los fans mediante una preventa o solo podremos encontrarlo en las tiendas?

Yo por mi parte os digo que quizás las miniaturas de Mantic no son las mas bonitas del mercado, pero que cuando me meto en sus foros, o oigo hablar a sus trabajadores en entrevistas o otros blogs hablan de ellos se desprende ese aroma a éxito, a gente que sabe lo que esta haciendo, le gusta y que cada vez lo hace mejor. Por eso estoy convencido que cuando hagan un nuevo KS de Dreadball, Deadzone, Kings of War o Warpath estaré ahí tirando billetes contra la pantalla de mi ordenador.